España es un país lleno de historia, cultura y belleza natural. Desde sus grandes ciudades hasta sus pequeños pueblos, hay mucho por descubrir y explorar. En esta serie de artículos de blog, te llevaremos en un recorrido por algunos de los pueblos más encantadores y pintorescos de España. Desde la costa hasta la montaña, desde el norte hasta el sur, te mostraremos lugares únicos que merecen ser visitados. ¡Acompáñanos en este viaje por los pueblos más bonitos de España!

 

Descubre Comillas: Un Tesoro Arquitectónico y Natural en Cantabria

Sin lugar a dudas, Comillas es una de las localidades más hermosas y reconocidas de Cantabria. Se destaca por su magnífico conjunto arquitectónico, rodeado de un entorno natural y paisajístico excepcional.

El municipio de Comillas también abarca otras localidades menos conocidas, pero igualmente atractivas. Aunque su territorio no es demasiado extenso, ofrece una variedad de encantos.

La villa se encuentra bañada por las aguas del océano a lo largo de su accidentada costa. El paisaje impone su belleza a los sentidos, especialmente en la Ría de la Rabia, enmarcada por las imponentes cumbres nevadas de los Picos de Europa.

En el siglo XIX, Comillas experimentó una transformación gracias a los emigrantes que regresaron de América y la influencia del modernismo catalán. Su pintoresca arquitectura es un claro ejemplo del neogótico, neoárabe y neomudéjar. Destaca por su singular belleza en la Comunidad de Cantabria.

Durante la Edad Media, Comillas era una pequeña población que dependía de su puerto pesquero y de la actividad agrícola y ganadera. Situada en el occidente de Cantabria, pronto cayó bajo el dominio de los Marqueses de Santillana, lo que generó numerosas tensiones con la población local. La iglesia gótica de la época medieval forma parte actualmente del hermoso cementerio de la villa, declarado Bien de Interés Cultural.

A finales del siglo XIX, la historia de la población dio un giro importante gracias a un ilustre personaje, Don Antonio López López. Tras emigrar a América y fundar importantes empresas navieras y tabacaleras en la ciudad de Barcelona, comenzó a realizar inversiones significativas en Comillas. Debido a sus contribuciones a la guerra de Cuba, el rey le otorgó el título de Marqués de Comillas.

A partir del siglo XIX, la prosperidad de Comillas fue en aumento. El rey Alfonso XII, invitado por el Marqués, solía veranear en cuatro casas familiares adaptadas para la corte, lo que atrajo a una gran cantidad de nobles y personas adineradas a establecerse en la región.

El Marqués llevó a cabo una intensa actividad constructiva en la finca de Sobrellano, donde inició la construcción de panteones y un palacio que se completaron después de su muerte. Su hijo, D. Claudio, mantuvo buenas relaciones con la realeza y gastó gran parte de su fortuna en colaboraciones y obras benéficas.

El segundo marqués fundó la Universidad Pontificia, aunque el edificio fue construido por los jesuitas. Don Claudio lo ofreció al Papa, quien le otorgó el título de Pontificia. A fines del siglo XIX, Comillas, junto con Santander, se convirtió en uno de los destinos más prestigiosos del verano en el Cantábrico.

Indudablemente, los veraneos más ilustres en Comillas fueron los del rey Alfonso XII en el siglo XIX. Con el tiempo, una amplia variedad de nobles eligió la villa como lugar de descanso, atraídos por sus maravillosas playas donde se practicaban los famosos baños de mar.

En la actualidad, las playas de Comillas siguen atrayendo a los turistas con sus aguas cristalinas, sus pintorescas calas y la belleza de los paisajes costeros. Durante el verano, la animación de las playas se traslada al casco urbano, creando un agradable ambiente en las tardes y noches de la localidad.

 

El Palacio de Sobrellano y la Capilla-Panteón

Si te encuentras en Comillas, Cantabria, no puedes dejar de visitar una impresionante joya arquitectónica: el Palacio de Sobrellano. Construido entre 1881 y 1888 por encargo del primer Marqués de Comillas, D. Antonio López, este palacio es un verdadero deleite para los amantes de la arquitectura. Su estructura ortogonal sigue el esquema de una villa palladiana, con un majestuoso hall central y una escalera monumental de piedra. Pero lo que realmente llama la atención es su espectacular fachada, elaborada con la distintiva piedra de Carrejo, y decorada con galerías abiertas adornadas con arcaduras trilobuladas y una columnata.

Una de las maravillas que no puedes perderte al visitar el Palacio de Sobrellano es la Capilla-Panteón. Formando parte del conjunto de Sobrellano, esta capilla fue concebida como una catedral en miniatura, con una girola impresionante. Además de ser el mausoleo familiar, también es un lugar de culto donde se celebran oficios religiosos en su interior. Su construcción precede a la del palacio, ya que el proyecto se inició en julio de 1878 y fue consagrada el 28 de agosto de 1881, durante la visita de Alfonso XII y la reina María Cristina a la villa de Comillas.

En el interior de la girola se encuentran los monumentos funerarios de la familia. El panteón dedicado a la memoria de D. Claudio López y López y su esposa Benita Díaz de Quijano exhibe las impresionantes esculturas de “Plegaria” y “Resignación” de José Llimona. El panteón de D. Claudio López Bru, II Marqués de Comillas, alberga el excepcional Cristo yacente del escultor Agapito Vallmitjana. Por su parte, el panteón de Antonio López López, I Marqués de Comillas, y su esposa María Luisa López Bru cuenta con un relieve diseñado por Joan Martorell y esculpido por Venancio Vallmitjana.

El interior de la capilla también destaca por su ornamentación. El altar, creado en los talleres de Francisco Paula Isaura y Fragas, es una verdadera obra maestra. Las vidrieras policromadas de Eudald Ramón Amigó ofrecen un juego lumínico que resalta sobre los robustos muros laterales de la capilla. Además, los sitials, reclinatorios y bancos fueron diseñados por el renombrado arquitecto Antonio Gaudí.

Si estás planeando tu visita al Palacio de Sobrellano y a su fascinante Capilla-Panteón, ten en cuenta que los horarios de visita pueden variar según la temporada. No pierdas la oportunidad de adentrarte en la grandeza arquitectónica y espiritual que estos lugares ofrecen.

 

El Capricho de Gaudí

En el corazón de Comillas se encuentra una de las primeras obras maestras del reconocido arquitecto Antonio Gaudí: El Capricho de Gaudí. Aunque todavía no había desarrollado plenamente su estilo distintivo que lo llevaría a la fama mundial, Gaudí resolvió esta obra con una increíble originalidad. Ubicado junto al Palacio de Sobrellano, este edificio es un verdadero tesoro arquitectónico.

La construcción del edificio tuvo lugar entre 1883 y 1885, bajo la dirección del arquitecto D. Cristóbal Cascante Colón, siguiendo el proyecto diseñado por el propio Antonio Gaudí Cornet. El encargo fue realizado por D. Máximo Díaz, concuñado del primer Marqués de Comillas.

El Capricho de Gaudí presenta una planta compleja y es un edificio notablemente rico en detalles decorativos que fusionan diversas influencias locales y extranjeras, como los elementos neomudéjares.

A lo largo de los años, el edificio ha experimentado importantes reformas, especialmente en su interior. Cuenta con un cuerpo principal al que se adosa una elegante y peculiar torre cilíndrica. La ornamentación es exquisita, destacando las bandas de cerámica decoradas con flores de girasol. Los balcones y las barandillas de hierro se alternan en los muros, combinando la sillería en la parte baja con ladrillos en la parte superior, lo cual resulta sumamente original.

El Capricho de Gaudí está concebido como un palacete de estilo oriental, pero con una perspectiva orgánica. El edificio se articula en torno a la idea de que es algo vivo, donde cada una de sus partes debe estar orientada hacia un lugar específico según su función. Además, su diseño busca mimetizarse con la vegetación circundante, lo cual se aprecia en la elección de los tonos verdes como colores predominantes en la rica ornamentación del edificio.

Cada fachada de El Capricho de Gaudí es única, contribuyendo a crear una heterogeneidad formal que sorprende y, en ocasiones, desconcierta al observador. En resumen, la idiosincrasia singular de este monumento lo convierte en un verdadero “capricho” arquitectónico y ornamental, una obra que no puedes dejar de admirar en tu visita a Comillas.

 

La Fuente de los Tres Caños 

La Fuente de los Tres Caños es una impresionante fuente monumental de estilo modernista diseñada por el reconocido arquitecto catalán Lluís Domènech i Montaner. Ubicada en la plaza que lleva su mismo nombre, esta fuente es un homenaje a Joaquín del Piélago, hijo político del primer marqués de Comillas, Antonio López y López, por su contribución en la canalización de las aguas de la villa.

El diseño de la fuente presenta una columna central sobre una base tripartita, con una fuente en cada uno de sus tres lados. Además, destacan motivos ornamentales como un delfín enroscado, que se convierte en el tema central de la fuente, y una cruz patada con botones en sus extremos. También se pueden apreciar textos de agradecimiento que enriquecen aún más su apariencia.

La Fuente de los Tres Caños es una verdadera joya arquitectónica que embellece el entorno de la plaza. Su estilo modernista, caracterizado por la fusión de formas orgánicas y decoraciones detalladas, la convierte en una obra única en su género. Además, su ubicación estratégica en el corazón de Comillas permite a los visitantes apreciar su esplendor mientras disfrutan del encanto de la villa.

Sin duda, la Fuente de los Tres Caños es un testimonio del talento y la creatividad de Lluís Domènech i Montaner, y un símbolo de agradecimiento hacia aquellos que contribuyeron al desarrollo y bienestar de la comunidad.

 

La playa

Las playas de Comillas son un verdadero tesoro natural que cautiva a los visitantes con su fina y dorada arena. Ubicadas en el centro de la población, estas playas están equipadas con una amplia gama de servicios para garantizar una experiencia de playa perfecta.

Muy cerca se encuentra el impresionante Parque Natural de Oyambre, que bordea la hermosa ría de la Rabia. La Playa de Oyambre, una de las mejor conservadas de la región, te sorprenderá con sus dunas y su paisaje de una belleza increíble. Sumergirse en la serenidad de este entorno natural es una experiencia inolvidable.

La costa de Comillas ofrece el escenario ideal para practicar una variedad de deportes acuáticos. Desde el submarinismo hasta la vela, pasando por las regatas de traineras y el windsurf, hay opciones para todos los amantes de la aventura y la emoción en el agua.

Si prefieres la pesca, puedes optar por la pesca de anzuelo en los escarpados acantilados que rodean la villa. En este entorno único, podrás disfrutar de la tranquilidad y la emoción de la pesca mientras contemplas las impresionantes vistas al mar.

Las playas de Comillas son un paraíso para los amantes del sol, el mar y la naturaleza. Ya sea que estés buscando relajarte bajo el cálido sol, explorar el fascinante mundo submarino o disfrutar de emocionantes actividades acuáticas, estas playas te ofrecen todo lo que necesitas para unas vacaciones inolvidables.

 

Edificios y jardines de la Universidad Pontificia

La Universidad Pontificia de Comillas es un impresionante conjunto arquitectónico que combina diferentes estilos y épocas. Su construcción se inició en 1883 y se completó en 1946, y cuenta con edificios de notable valor artístico y detalles decorativos.

El edificio principal, conocido como la primitiva universidad, presenta un estilo neogótico mudéjar, con elementos decorativos modernistas. En contraste, los pabellones ubicados al oeste y el edificio central, construidos en 1946, exhiben un estilo ecléctico con escaso valor artístico.

La Universidad tiene una planta rectangular de 100 metros de longitud por 60 metros de anchura, distribuida en tres pisos. En el centro del edificio se encuentra la nave de la iglesia, que destaca como el cuerpo más alto. Dos patios interiores simétricos, uno ligeramente más grande que el otro, organizan las habitaciones alrededor de ellos.

Las fachadas del edificio son notables, con vanos ojivales y una combinación de ladrillo y mampostería. Los detalles decorativos, diseñados por Lluís Domènech i Montaner en estilo modernista, incluyen cerámica y un lenguaje iconográfico simbólico con elementos marianos, de Jesús y evangélicos. Puertas de bronce, el techo del edificio principal y diversas obras escultóricas y pictóricas de artistas como Josep Llimona, Eusebi Llorens y Josep Maria Tamburini también se destacan en el conjunto.

Además del edificio original, se añadieron nuevas construcciones en el lado oeste en 1912 y 1946, aunque de menor calidad y valor artístico.

En la actualidad, la Universidad Pontificia alberga la Fundación Comillas y se ofrecen visitas guiadas al interior del edificio. La mezcla de ladrillo y piedra en las fachadas, junto con los detalles decorativos de gran riqueza y complejidad, hacen de este conjunto un lugar impresionante para explorar.

La construcción de la Universidad Pontificia fue posible gracias al patrocinio de Antonio López, primer Marqués de Comillas. Los arquitectos Miguel Alcolado y Juan de Martorell y Montells, junto con la colaboración de destacados maestros catalanes como Lluís Domènech i Montaner, contribuyeron a la creación de este magnífico edificio. Escultores y pintores catalanes como Josep Llimona, Eusebi Llorens y Josep Maria Tamburini también dejaron su huella artística en el conjunto.

Descubrir los Edificios y Jardines de la Universidad Pontificia es una experiencia fascinante que te sumergirá en la historia y la belleza arquitectónica de Comillas.

 

El mirador de Santa Lucía

El Mirador de Santa Lucía es un punto de observación ubicado en lo alto de una colina junto a la ermita del mismo nombre en Comillas, Cantabria. Desde este mirador, se pueden contemplar unas magníficas vistas panorámicas de toda la costa y del mar azul que contrasta con la dorada arena de la hermosa playa de Comillas.

La ermita de Santa Lucía es una pequeña capilla que alberga una imagen de la patrona, y fue construida gracias a las donaciones de los pescadores. Estos solían acudir a escuchar la misa temprano en la mañana antes de embarcarse en sus jornadas de pesca. Es un lugar perfecto para admirar el entorno de la playa y el puerto, y deleitarse con las mejores vistas al mar.

 

En conclusión, Comillas en Cantabria es mucho más que un simple destino turístico, es un lugar lleno de encanto y maravillas por descubrir. Desde su arquitectura impresionante hasta sus hermosos paisajes naturales, esta joya escondida nos ha cautivado con su historia y su belleza. Ya sea que estés interesado en la historia, la cultura o simplemente en disfrutar de la tranquilidad de sus playas, Comillas te ofrece una experiencia inolvidable. No pierdas la oportunidad de visitar este tesoro escondido en Cantabria y déjate maravillar por todo lo que tiene para ofrecer. ¡Comillas te espera con los brazos abiertos!

 

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